EL VERDADERO ORIGEN DEL TEMPLE Y SU PRESENCIA ACTUAL
Si bien el
Temple tuvo su origen en San Bernardo de Claraval, esta apreciación
no tuvo continuidad en el tiempo. De hecho, durante la llamada
Cruzada Albigense el Císter toma partido por las fuerzas del Rey de
Francia y por la Cruzada Papal. En cambio, el Temple oscila entre la
neutralidad y el apoyo explícito al catarismo (hecho éste que
acabará con su existencia unos años después).
Hay otra
Orden religiosa que tuvo una gran influencia en la evolución
templaria. Nos referimos a la Orden Carmelita. Por una parte puede
considerarse “sanjuanista” pues según su historia afirman haber
sido fundada por el mismísimo Elías y la continuidad de éste en
distintos personajes bíblicos. Observemos los escudos templario y
carmelita. Saltan a la vista las similitudes.
Muy probablemente los
templarios adoptaron la protección de la Orden Carmelita y, al mismo
tiempo adoptaron su liturgia, la Liturgia Latina de Palestina.
Gobrnando la Orden S.
Brocardo, el Patriarca de Jerusalén, Alberto, dio a los Carmelitas
una norma de vida que constituyó su Regla
Primitiva. Al parecer data de 1247.
Posteriormente se ven
obligados a abandonar el Monte Carmelo y establecerse en Europa ante
la inseguridad del territorio.
"El pasado jueves 17 de mayo, solemnidad
de la Ascensión del Señor, el el P. Romaeus Cooney, O.Carm., ofició la
Santa Misa tradicional cantada, según el Rito del Santo Sepulcro, propio
de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en la iglesia de San
José, en Troy (EE.UU) -en el estado de Nueva York; no confundir con la
ciudad del mismo nombre-. Ningún sacerdote de la Orden (de los
Carmelitas "calzados") había celebrado la Sagrada Liturgia públicamente
en la Forma tradicional -que es como los sacerdotes de la Orden han
oficiado la Santa Misa por, al menos, 700 años-, desde que en 1972
adoptaran el Misal Romano de Pablo VI. www.the-latinmass.com."
Tanto la casa real
británica, como cierta parte de los reyes de Europa, formaban parte
de la Orden del Dragón,
orden católica fundada en 1408 por Segismundo, rey de Hungría y
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico quien como Cesar
gobernaba Europa para el Vaticano
En cuanto a
la insignia de la orden,
en la iconografía de la misma que ha sobrevivido hasta nuestros
tiempos, encontramos dos modelos: el primero donde aparece un
dragón solo y un segundo modelo donde se representa el dragón
suspendido de unan cruz.Aparece envuelto sobre sí mismo, creando un
círculo ue cierra con la unión de la boca y la cola. Cuando aparece
con cruz, ésta suele parecer de forma flameada en sus extremos,
pudiendo contener o no la siguiente leyenda en vertical de
arriba abajo: o quam misericors est Deus
(oh, cuan misericordioso es Dios) y en horizontal de izquierda a
derecha: justus et pius
(justo y piadoso). Los pertenecientes a dicha Orden eran llamados "Dracul".
Esta orden
estaba creada a partir de la misma Orden de San Jorge la cual fue una
creación de la Orden Templaria como una especie de testaferro y
agente por el cual podían actuar y seguir poseyendo sus tierras
luego de ser abolida la orden templaria.
Es
interesante la conexión con el movimiento de los
iluminados españoles. Aunque no se trate mas
que de algo pintoresco y llamativo, es interesante notar la siguiente
pintura de Sibilla de Fortiá, esposa del Rey de España, Pedro IV,
quien gobernó exactamente durante la caída de la Orden del Templo,
y el alzamiento de la Orden de Montesa. Es interesante porque podemos
ver el acrónimo jesuita de las sigla 'IHS' en la hostia que Sibilla
de Fortiá engullirá, aún antes de la creación de la Orden de los
Jesuitas, pero en el mismo reino donde luego serían creados.
Cuando fundó
la Compañía, Ignacio de Loyola pretendía organizar peregrinaciones
a Tierra Santa para convertir a los musulmanes. Sin embargo, con el
estallido de la guerra contra los turcos otomanos, todos los planes
para la peregrinación a Tierra Santa se desvanecieron. En cambio,
los jesuitas solicitaron al Papa una constitución que les permitiera
realizar misiones a lugares que él mismo decidiera. Una vez aprobada
la constitución, eligieron a Ignacio de Loyola como primer superior
general.
Originalmente, su significado es la abreviatura del nombre de Jesús en letras griegas mayúsculas “IHSOUS”, sin embargo con el tiempo y la historia, el monograma dio lugar a la etimología latina de Iesus Hominum Salvator (Jesús salvador de los hombres) que es como la conocemos hoy, y que incluso el Papa Francisco lo utiliza en su escudo papal.
En
definitiva, el templarismo no sería otra cosa que el intento de
mantener una Iglesia unificada, multinacional frente a la iglesia
plurinacional luterista. Es innecesario legalizar la Orden del Temple
porque lo está ya, y desde hace mucho tiempo con el nombre de Orden
Jesuita. Por otra parte su círculo interno tuvo su continuación en
los llamados “iluminados españoles”.
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